Recomendaciones para elegir servicios de impresión de libros

Con la Era Digital, el sector de las imprentas vivió una evolución en toda regla que ha repercutido positivamente en el consumidor, por el abaratamiento general de costes y la mayor diversidad de la oferta de empresas y proveedores.

 

Imprimir libros no es un servicio de importancia menor. La cantidad de profesionales, equipamientos y recursos que intervienen en pequeñas y grandes tiradas, es abrumadora. Por esta razón, se recomienda confiar en empresas con una alta especialización, avaladas por años de trayectoria impecable. 

 

Además de informarse sobre las credenciales de la empresa en cuestión, prestar atención a las opiniones de antiguos clientes es un acierto. Los perfiles de la empresa en Facebook, Páginas Amarillas o Google Maps cuentan con un apartado dedicado a las reseñas y valoraciones de los usuarios. Si las críticas negativas son demasiado numerosas y las positivas sólo hacen hincapié en el precio, probablemente no estemos ante la mejor compañía de impresión de libros.

 

En este sentido, la acumulación de comentarios del tipo «no responden a los mensajes» o «imposible contactar con atención al cliente» debe interpretarse como una señal de alarma. La buena comunicación y asistencia es un rasgo que comparten todos los gigantes corporativos, y en el mercado que nos ocupa, mantenerse en contacto con el cliente es necesario antes, durante y después del servicio de impresión.

 

La profesionalidad y reputación del equipo técnico es un valor a tener en cuenta. Si los recursos humanos de la empresa en cuestión se involucran en los últimos avances del sector, acuden a ferias sectoriales, imparten simposios relacionados, etcétera, es una garantía de que nuestros libros y documentos están en manos expertas.

 

Que los plazos de entrega sean flexibles es una señal positiva. En este sentido, el cliente, sea un particular o una empresa, debe valorar si el plazo estimado por la empresa es justo y razonable.