A FUMAR A LA TERRAZA

Desde hace un par de años en el bar al que solemos ir los viernes por las noches les han dejado poner una pequeña terraza en la acera, aprovechando que habían hecho obras en la calle y habían ampliado la acera. Pero cuando el dueño le pidió a una marca de cervezas, estos le mandaron unas sillas terraza bar de segunda mano por lo que el dueño protestó porque él quería que para estrenar su nueva terraza tuviese unas mesas y unas sillas para terrazas nuevas que es lo normal. En la primera semana en que se puso la nueva terraza fue la atracción del barrio, porque daba al barrio un caché que no tenía antes. Personalmente los viernes por las noches cuando vamos, si hace buen tiempo siempre nos sentamos en la terraza, que por lo menos allí podemos fumar sin tener que irnos de ningún lado. Porque personalmente, y por muchos años que hayan pasado desde que lo prohibieron no me ha gustado que dejasen de permitir fumar en los bares. Por fortuna todavía hay bares que se saltan a la torera esa norma y que dejan fumar cuando la puerta está cerrada, me encanta ir a estos bares porque es como volver a ser joven de nuevo cuando podía fumar en donde me diese la gana sin que nadie me dijese nada. Desde que prohibieron fumar en los bares tienen unos olores muy diferentes, antes solamente olía a humo en los bares y hoy en día te puedes dar cuenta de quien se ha duchado y de quién no.

Los bares en los que se deja fumar en mi ciudad suelen ser afters en los cuales casi te dejan hacer lo que te dé la gana y por eso me encantan. Hay un bar de ese estilo en mi ciudad en el que puedes jugar al futbolín y al billar mientras fumas sin problema ninguno. Me doy cuenta de que los más jóvenes que van a esos bares se quedan alucinados por la naturalidad con la los veteranos nos tomamos estos temas, como si fuese algo normal, porque en realidad antes era así.

Transformar tu entorno a tu gusto

El sol se estaba poniendo y el cielo tenía un matiz rosado. Julia salió a su gran terraza, contemplando la tranquilizadora vista mientras disfrutaba de la belleza de la naturaleza. Disfrutaba pasando tiempo en este espacio por la serenidad y la paz que le proporcionaba, alejada del ajetreo de la vida cotidiana.

Habían pasado algunos meses desde que Julia se mudó a este bungalow de lujo con su amplia zona exterior, lo que marcó la diferencia en su bienestar. Los días en que se sentía agobiada o estresada, venía aquí a relajarse, perdiéndose en el abrazo de la naturaleza mientras observaba a los pájaros revolotear libremente en medio de una exuberante vegetación.

Ansiosa, se dispuso a transformar este espacio en algo verdaderamente especial: colgar centelleantes luces de hadas alrededor de su perímetro para crear un ambiente nocturno; instalar muebles de exterior para cuando la visitaran invitados; y después colocar esterillas de yoga para poder pasar las mañanas estirada bajo el dosel de la naturaleza, tomándose tiempo sólo para sí misma.

Había transformado parte de su terraza en una zona para hacer ejercicio, con colchonetas de yoga y pesas, para los días en los que no le apetecía ir al gimnasio al aire libre y, en su lugar, optaba por pasar un rato agradable en casa, además de un moderno conjunto de mesas y sillas para terraza. Y en las ocasiones en las que Julia tenía invitados, ya fueran familiares de visita de otra ciudad o amigos que venían a cenar, a menudo acababan conversando aquí fuera bajo el cielo estrellado hasta bien entrada la noche (¡gracias a esas luces regulables!).

Julia sonrió para sus adentros al darse cuenta de la alegría que podía proporcionar un añadido tan sencillo -un pequeño balcón, por así decirlo-, ¡aunque significaba vivir justo dentro de una jungla de cemento!

Ezpeleta, una marca sinónimo de calidad

En hostelería saben muy bien lo importante que es comprar muebles de calidad para las terrazas. Esto marca la diferencia porque unos muebles baratos se van a deteriorar muy rápido y habrá que reponerlos para que el espacio no pierda elegancia y atractivo para los clientes.

Esto es especialmente importante cuando hablamos de parasoles, ya que son absolutamente imprescindibles, pero si no son funcionales y resistentes pueden convertirse en un absoluto incordio. Todos hemos visto cómo con una ráfaga de viento  y sombrillas en la playa o en una terraza acaban dadas la vuelta como si fueran simples paraguas baratos. O como las varillas se doblan y terminan golpeando la cabeza de cualquier persona.

A esto podemos añadir los parasoles que son absolutamente inapropiados porque debajo de ellos puedes morirte de calor ya que no ofrecen protección alguna contra esto y, además, permiten el paso de excesiva luz con lo cual no se está a gusto.

La mala calidad de los parasoles hace que también pierdan color con la acción del sol, lo que puede llevar a que en poco tiempo tengan un aspecto muy malo y ya no sirvan para una terraza que quiere dar una imagen atractiva.

Al optar por una ezpeleta sombrilla plegable o por un parasol gigante de la marca sabemos que estamos comprando un producto que va a cumplir al cien por cien no sólo con nuestras expectativas, sino con las de cualquier persona que lo use, por exigente que sea.

Estaremos ante un artículo fabricado con productos de gran calidad en el que el diseño también es importante, por lo que no solo nos dará puntos en cuanto a funcionalidad sino también en cuanto a belleza. Además, la marca se preocupa por el medioambiente por lo que es posible adquirir productos cien por cien reciclables.

Pero no sólo puedes encontrar sombrillas en Ezpeleta, ya que esta marca fabrica también otros muebles de exterior, como tumbonas, mesas, sillas e incluso separadores, tan utilizados en hostelería, pero también en terrazas privadas que no cuentan con suficiente separación con las zonas de los vecinos.

Visitando su catálogo se pueden encontrar todo tipo de productos, con diferentes diseños y materiales para adaptarse a los gustos de cada cliente y a la imagen que quiera proyectar desde su terraza o jardín para que todo esté tal y como le gusta y, además, continúe estándolo durante mucho tiempo.