Pros y contras de las ventanas oscilobatientes

Las ventanas oscilobatientes están de moda y son de las más solicitadas en cualquier carpinteria de aluminio y pvc en vigo. Solo hay que echar un vistazo a las fachadas de muchos edificios para ver que las ventanas que se renuevan son, mayoritariamente, con este sistema.

Este tipo de ventanas permiten una apertura de 180º en horizontal y unos 45º en vertical en su versión más habitual. Esto facilita la ventilación sin tener que abrir del todo las ventanas o conseguir una mayor corriente cuando así se desea. Se adaptan muy bien a todos los espacios y son cómodas para el día a día y también para su limpieza, algo que puede darles muchos puntos a favor para quienes están algo cansados de limpiar las ventanas de corredera.

Suelen ser muy seguras, otra de sus ventajas, ya que permiten una microapertura muy pequeña, suficiente para renovar el aire pero que no permite que un niño pueda tirar nada al exterior o que una mascota pudiera caer por ella. Además, tienen seguros para que no puedan ser manipuladas ni se abran más cargando sobre ellas.

Esto las convierte en las ventanas ideales para hogares con niños o con gatos traviesos que siempre intentan salir. Ya no habría que tener las ventanas cerradas a cal y canto, sino que puede correr el aire sin tener que estar preocupados por la seguridad de la familia.

Cuenta, generalmente, con un cierre muy hermético por lo que ofrecen un gran aislamiento tanto térmico como acústico a la vivienda, permitiendo ahorrar en climatización y evitar los ruidos del exterior, sobre todo cuando se vive en zonas muy transitadas. De hecho, se consideran las que mejor aislamiento proporcionan.

Pero como nada es perfecto, este tipo de ventanas también tienen algunos inconvenientes. Uno de ellos es que necesitan un mayor cerco de aluminio, lo que reduce la superficie del cristal. En grandes ventanales esto no es un inconveniente, pero en ventanas estrechas puede ser un hándicap estético.

El segundo inconveniente es el precio. Se trata de ventanas más caras que otros sistemas como las correderas clásicas o las que abren directamente hacia adentro. Pero hay que tener en cuenta el mayor aislamiento y las comodidades que ofrecen. Cada familia tendrá que valorar si merece o no la pena el gasto extra en función de sus necesidades, de su estilo de vida y de su presupuesto.