Zapatos baratos: te decimos cuándo merece la pena

El sueño de cualquier padre es encontrar zapatos de niño baratos pero que realmente merezcan la pena. Sobre todo cuando tienen uno de esos hijos inquietos que desgastan sus zapatos a toda velocidad, casi la misma a la que les crecen los pies. En determinadas edades es raro que un par de zapatos supere unos pocos meses y por eso es importante economizar en las compras, pero sin renunciara  la calidad y a la seguridad para sus pies.

Para empezar, compara los precios entre diferentes páginas. Un mismo par de zapatos puede costar incluso un 20% más dependiendo de dónde se compre. Si eres de los que compras online tendrás muy fácil realizar comparaciones. Pero debes de tener en cuenta que el precio que tienes que comparar es el final, es decir: zapatos más gastos de envío.

Los outlets de las tiendas son perfectos para conseguir calzado a muy buen precio. Allí es donde se venden los modelos que han quedado descatalogados y que no se van a reponer. Son zapatos con la misma calidad que el resto, solo que quedan únicamente ciertos números de cada modelo. Las rebajas en outlet son importantes, en algunos casos llegan al 60% del valor del calzado o incluso más.

Un truco de muchos padres es comprar los zapatos de verano en invierno y al contrario. Los restos de los catálogos de temporada se venden muy baratos cuando la gente está comprando el calzado de la siguiente, porque saben que no hay demasiadas ventas. Si se opta por esta solución se puede ahorrar mucho dinero, pero hay que tener cuidado porque a veces los niños dan estirones muy fuertes y puede ser complicado predecir qué número va a usar en unos meses. Ante la duda, lo mejor es comprar una talla más para que la use al final de la temporada.

Por último, están las compras en grupo. En España no son muy frecuentes todavía, pero sí lo son en otros países. Varios padres se ponen de acuerdo para conseguir los zapatos de sus hijos haciendo un pedido grande de cada modelo. Al comprar al por mayor pueden conseguir importantes rebajas haciéndolo directamente a los fabricantes, aunque no todos aceptan este tipo de negocios. En algunos casos, se hace a través de tienda, pero también a cambio de una rebaja en los márgenes de ganancia del comerciante.