Luz e intimidad no están reñidos

A todos nos gusta tener luz en las habitaciones, pero cuando se vive en una ciudad o en un edificio grande con patios de luces, a veces esta luz está reñida con la intimidad. Tener las cortinas abiertas permite el paso del sol, pero también hace que todo el mundo pueda ver el interior del hogar, algo que no es agradable para nadie.

Por eso, sino quieres sentirte como en un escaparate todo el día, tendrás que buscar una solución que te permita tener luz y a la vez salvaguarde la intimidad necesaria en el hogar. Estas son algunas ideas para conseguirlo:

-Combinar visillos y cortinas gruesas. Se hace usando dos barras, una más baja en la que está el visillo y otra más alta con la cortina gruesa. Durante el día, la cortina se recoge a los lados y se deja el visillo, el cual permite que entre mucha luz. Cuando por la noche se enciende la luz artificial se pueden cerrar las cortinas para dar un mayor resguardo.

– El estor screen. Es un tipo de estor que da muy buen resultado. La tela cuenta con cientos de agujeros muy pequeños por los que se cuela la luz, pero su apariencia es opaca. Deja que la habitación se ilumine, pero no deja ver el interior de la vivienda ni tampoco deja ver el exterior.

-Los estores día y noche. Son perfectos para dormitorios porque se pueden regular para permitir que pase más o menos luz. Se trata de un estor doble que tiene franjas opacas y otras más transparentes. Según se coloque se puede hacer que el estor quede totalmente opaco, totalmente transparente o combinando una y otra opción. Se regula así el paso de la luz que se quiera durante todo el día.

– Las persianas venecianas. Un clásico muy efectivo, ya que regulan muy bien el paso de la luz, ofrecen intimidad y además son bastante económicas. Se adaptan a todas las habitaciones de la casa porque pueden realizarse en diferentes materiales. Las de PVC son perfectas para la cocina y el cuarto de baño, y las de aluminio para el resto de la casa. Pero también las hay en madera e incluso modelos realizados en tela, a medio camino entre la persiana clásica y un estor plegable.

Opciones no faltan para conseguir tener una casa muy luminosa a la vez que discreta.