El mejor precio 

La gente que me conoce me dice que soy un agarrado, que siempre estoy pensando en el dinero, comparando precios y demás. A mí no me afecta demasiado, yo sé lo cuesta ganarlo y no me gusta gastarlo sin sentido. Sé que otras personas disfrutan tirando el dinero, pero yo no: yo disfruto invirtiendo mi dinero de forma segura y sopesada. Por eso me gusta hablar más de invertir que comprar o gastar. 

Claro que cuando alguien me oye decir que voy a ‘invertir’ en quesos de vaca italianos baratos se toca la sien con un dedo como simulando que estoy loco. Lo cierto es que no ando falto de tiempo, eso también es verdad, así que puedo tomarme las cosas con calma. Sé que la mayoría de la gente está siempre de aquí para allá con mil y un proyectos, tareas y obligaciones y no tienen tiempo para mirar unas tiendas de quesos para ver dónde ofrecen el mejor género y al mejor precio. Pero como yo tengo tiempo y lo disfruto, pues lo hago.

Para mí la comida es un auténtico placer. Probablemente el mayor de los placeres. Y no hay sector en el que me guste más ‘invertir’ que en este. De hecho, también invertí literalmente en bolsa en su día en algunas empresas de alimentación pero pronto me di cuenta de que para eso, más que habilidades, es cuestión de suerte, se parece más a un juego. Y a mí no me gustan los juegos diseñados para que pierdan los de siempre y nunca pierda la banca.

Cuando miro por internet quesos de vaca italianos baratos me fijo mucho en los precios, pero también en el resto de detalles que configuran un buen pedido. Hoy en día el servicio de alimentos por internet está en pleno auge pero hay que tener mucho cuidado porque estamos hablando de productos perecederos. Por eso yo miro y miro, busco y testeo opiniones hasta estar más o menos seguro de que mi dinero está bien invertido: sea en unos quesos o un coche deportivo.