¿Doctor, por qué siempre estoy malo? 

Hubo un tiempo en que podía pasar meses y meses sin pisar el médico. Era joven y fuerte. Pero los años pasan y pesan y desde hace tiempo noto que muchas cosas cambian en mi cuerpo. Una de ellas es que me paso medio invierno y un cuarto de la primavera malo. Y algo del otoño y del verano también. Gripes por aquí, resfriados por allá. La industria de los pañuelos de usar y tirar me debe mucho, lo puedo asegurar.

¿Podría ser la alimentación? Mi madre siempre lo ha dicho: que hay que comer bien para estar sano. Toda la vida me ha dado recomendaciones: que no deje de cenar que hay que meter algo en el estómago, que muchas legumbres, que leche con calcio, etc. Bueno, uno siempre tiene tiempo para escuchar a una madre: otra cosa es lo que pase después. Y de un tiempo a esta parte no tengo mucho tiempo para cocinar.

Nadie me obliga ni nos obliga a ir corriendo de un lado a otro, pero parece que existe una especie de inercia, sobre todo en las grandes ciudades, para no parar ni un segundo. Y pese a que parece que la mayoría de la gente está concienciada para alimentarse mejor no lo hacemos porque antepones otras cuestiones: ya sea el trabajo, el ocio… o a los niños.

Sea como sea, yo siempre estoy enfermo. He probado con leche con calcio, con vitaminas, con homeopatía. Ahora en algunos médicos te recetan pastillas de algas y cosas así. También los tiempos están cambiando en la medicina familiar. Antes te recetaban lo más fuerte que tenían a mano para que no volvieras en una temporada: ahora te recetan hierbas, pero te siguen insinuando que no vuelvas en una buena temporada. 

Supongo que unos tenemos una salud más quebradiza que otros y que al final es cuestión de acostumbrarse. Yo llevo tres inviernos en los que, fácilmente, he pasado de cuatro a seis semanas más o menos enfermo. Y ya me hago la idea de que, en el futuro, por muchas vitaminas que tome, seguirá siendo así.