Trabajo en cadena: rapidez y eficacia

El trabajo en cadena se ha demostrado como el más rápido y eficaz para la producción en serie. Por eso, ha sido introducido en un gran número de industrias. Puede resultar muy estresante para el trabajador, sobre todo si el ritmo que se impone es demasiado elevado, pero si se realiza de forma razonable y se intercambia regularmente el trabajo que cada persona lleva a cabo, se consigue evitar la monotonía y también las lesiones fruto de que se realicen diariamente los mismos movimientos cientos de veces.

Uno de los problemas del trabajo en cadena era exactamente este. Mientras que los dueños de la empresa querían producir un número muy elevado de unidades porque la demanda era alta, los trabajadores se encontraban con que cuánto más forzados estaban, más lesiones sufrían y también más accidentes laborales se acababan produciendo.

Por otro lado, el estar realizando trabajos mecánicos cientos de veces por hora hace que resulte más fácil que la atención del trabajador se disperse y que se produzcan errores humanos. Por lo que se buscaron soluciones que permitan que el trabajo sea más grato y, a la vez, más rápido y eficaz.

Uno de los factores que han hecho mucho más cómodo el trabajo en cadena es la informática. La introducción de elementos como el panel PC industrial a medida ha facilitado muchas labores que antes se hacían de forma manual y que eran muy monótonas y podían llevar a errores. Por ejemplo, el conteo de las unidades que van pasando por cada zona de la cadena.

En muchos casos, el operario ahora solo tiene que preocuparse de manejar el panel del PC y la máquina realiza los trabajos más ingratos, bajo la supervisión de un empleado que irá tecleando las instrucciones necesarias y adaptando el trabajo a cada necesidad.

Se eliminan así muchos de los errores que podían cometer las personas y se relaja la carga de trabajo de estas, por lo que se reduce el número de accidentes y también el estrés. Todo esto hace que el trabajo transcurra de una manera mucho más eficaz tanto desde el punto de vista de la producción como desde el punto de vista humano.

Las máquinas han conseguido que la producción pueda ser más rápida sin que esto suponga una mayor carga para los trabajadores, que siguen ocupándose del control y de garantizar la calidad de los productos.