Regalos por ser un cliente fiel

Siempre pensé que lo de los clubes de puntos de las marcas comerciales era un engaño. Sobre todo por la experiencia que tuve cuando quise conseguir regalos con una empresa de tabaco y otra de alimentación. En ninguno de los dos conseguí mi objetivo.

En el primero de ellos, porque debía fumar 100 cigarrillos al día (o robar un estanco) para conseguir el premio. No calculé bien. Si habéis mirado alguna vez el folleto de una de estas marcas de tabaco, siempre suele aparecer un súper premio que es el descapotable rojo tipo Mustang. Obviamente, es imposible de conseguir. Ni lo intentes. Pero yo solo quería un mechero Zippo, edición limitada. Tampoco. Por suerte para mi, dejé de fumar y me olvidé de Mustangs y mecheros.

Hace unos años pensé: ¿cuál es la marca que más consumo? Central Lechera Asturiana. Si es la marca de la que más productos consumo tal vez sí pueda beneficiarme y obtener algún regalo. Y así es como me hice socio del club asturiana confiando en tener más suerte que la última vez que opté a un premio en el club de una empresa de alimentación de la que no recordaré su nombre para no hacer publicidad…

Recuerdo que mi familia y yo coleccionamos códigos de barra de los envases de un producto para conseguir no se qué premio. Ni recuerdo el premio, pero es posible que fuese algo sin demasiado valor, tipo unas sartenes o algo así. Lo que sí recuerdo bien es que una vez que terminamos de coleccionar, mandamos una carta y un tiempo después recibimos una contestación en la que se nos negaba el premio: al parecer alguno de los códigos de barra no estaba en condiciones óptimas. Todavía hoy sigo sin comprar productos de esa empresa. Veto de por vida.

Por suerte, conocí el club asturiana de la Central Lechera. Y con él, no he tenido ninguna mala experiencia.  El último regalo al que estoy optando es una bicicleta personalizable de piñón fijo, de esas que están ahora de moda.  Y la pienso conseguir, ya sabe la Central Lechera a lo que se arriesga si no la consigo…