Inviernos en casa 

Llega el invierno, llegan los virus. El primer año nos pilló de sorpresa, el segundo un poco menos, y el tercero… Aquí está. Nuestro hijo va la guardería ya que tanto yo como mi mujer trabajamos pero cuando está malo se tiene que quedar en casa y como yo soy el que trabaja en casa… Cada invierno mi hijo y yo estrechamos mucho los lazos: compartimos juegos, angustias, alegrías y mucho virus. En cuanto él se pone a toser ya sé lo que me espera a mí en un par de días. Y así pasamos buena parte del invierno: los dos juntos, enfermos y yo de “vacaciones”. Esa es mi conciliación laboral.

Esta semana el pobre ha tenido una indigestión en la guarde. Mira que le gusta la leche y los yogures. Pues al parecer vomitó justo después de comer el yogur en la guardería. Así que me lo he tenido que llevar a casa. Y por el camino que va, mañana tampoco irá a la guardería y yo me quedaré sin trabajar otro día más. Pero bueno, nadie me puse una pistola en la cabeza para tener un hijo, ¿o sí?

De todas formas, no creo que el problema haya tenido que ver directamente con el yogur ya que llevaba unos días bastante regular, pero no parecía que tuviese que ver con el estómago. De hecho, él estuvo bebiendo leche y comiendo los días anteriores con normalidad. que es la leche desnatada su alimento predilecto pueden dar fe en el supermercado donde traemos litros y litros todos los viernes, nuestro día oficial de compra. 

Nunca habíamos comprado tanta leche en mi casa. Yo hace años que no bebo leche. No es por cuestión de alergia ni nada, sino porque prefiero no tomarla. Tampoco es que sea vegano ni tengo nada en contra de los que toman comida procedente de animales, ni mucho menos la leche… ¡por la cuenta que me trae con mi hijo! 

Que es leche desnatada lo que más le gusta está claro pese a que lo recomendable sería que tomase leche entera al ser un niño, pero se acostumbró a la desnatada y ya no hay manera de cambiar.