El alcohol y el tabaco detrás de la mayor parte de los cánceres de esófago de células escamosas

Existen dos tipos de cáncer de esófago, el adenocarcinoma y el carcinoma esofagico. El adenocarcinoma es el más frecuente de todos y está causado por enfermedades como el reflujo gástrico, que puede causar el llamado esófago Barret.

El carcinoma de esófago o carcinoma de células escamosas, por el contrario, está causado en gran parte por el consumo del alcohol y del tabaco. No obstante, estos elementos, aunque no son la causa directa si influyen también de forma negativa en el adenocarcinoma.

El humo del tabaco contiene una gran cantidad de elementos cancerígenos. Aunque normalmente asociamos que ese humo va para los pulmones lo cierto es que no todo hace ese recorrido. Gran parte del humo de un cigarrillo es ingerido, es decir, baja hacia el estómago y recorre la faringe y el esófago en su camino. Esto hace que todos esos elementos perniciosos para la salud se depositen a lo largo de todo ese viaje.

Está demostrado que el cáncer puede atacar mejor si hay heridas o lesiones previas. El tabaco no solo lleva con él sustancias cancerígenas, es también muy irritante lo que puede provocar la aparición de úlceras en el esófago de manera directa o hacer que se produzcan reflujos, lo que las causaría de forma indirecta.

Si al tabaco se une el consumo de alcohol las posibilidades de lesiones en las paredes del esófago aumentan vertiginosamente. Y lo peor de todo es que muy frecuentemente alcohol y tabaco van juntos, lo que eleva todavía más los riesgos. Es el caso de los llamados fumadores sociales, que no suelen fumar durante la semana o no lo hacen en el interior de sus casas o durante la jornada laboral, pero que cuando tienen sus momentos de ocio aprovechan para tomar una copa y acompañarla de varios cigarrillos.

Por este motivo suele ser mucho más efectivo abandonar ambos malos hábitos a un tiempo ya que uno parece llamar por el otro de forma bastante intensa. Muchas personas no quieren dejar de fumar o de beber porque piensan que eso influirá negativamente en su vida social y en su diversión, pero a medio plazo quienes lo hacen afirman que no solo no ha sido negativo, sino que les ha ayudado incluso a aventurarse con otras formas de ocio como las rutas de senderismo, ya que sienten que tienen más energía y fondo que antes.