Cuestión de confianza 

La confianza en uno mismo es una de nuestras principales armas. Una persona con confianza puede asumir todo tipo de retos. Al contrario, si carecemos de confianza, todo se vuelve más complicado y una tarea aparentemente sencilla puede resultar muy cuesta arriba. Aunque a muchos nos cueste admitirlo, la confianza también deriva de nuestro aspecto físico. ¿Cuántas personas dudan de sí mismas por unos kilos de más o por unas entradas en la cabeza?

En mi caso, mi confianza empezó a resquebrajarse cuando noté que se me empezaba a caer el pelo abundantemente. Era uno de mis grandes temores desde bien joven, le tenía mucho aprecio al pelo y siempre ‘temblaba’ cuando pensaba en quedarme calvo. Algún amigo perdió el pelo muy pronto y hasta me agobiaba por él… aunque no fuera mi cabeza.

Por eso cuando empecé a perder pelo tuve que buscar tratamientos alopecia Vigo. Siempre había pensado que una vez que empiezas a perder pelo, todo está perdido, que ya no hay vuelta de hoja, pero no es así. Cuando encontré una clínica especializada en tratamiento anticaída y me empezaron a informar sobre las posibilidades que había para detener la caída del pelo me tranquilicé.

Uno de los aspectos importantes que me señalaron es que había acudido a la clínica a tiempo. Debido a mi temor a todo lo relacionado con la calvicie no esperé como otras personas para acudir en búsqueda de tratamientos alopecia Vigo en el último momento. Ya se sabe lo que se suele decir, es mejor prevenir que curar. Y eso es lo que he hecho yo, prevenir antes de que ya no haya solución.

Aunque, desde luego, hay casos de alopecia que no se pueden revertir, en la mayoría de casos si es un proceso que se puede retrasar. Realmente a mí no me atrae nada la idea de un trasplante, pese a que hay muchas personas famosas que lo han hecho. Tal vez si llega el momento y no hay otra alternativa, pero en este momento tan solo pienso en reducir la caída del pelo con los tratamientos que me han proporcionado y así lograr recuperar la confianza.