Tu casa con ruedas puede ser tan cómoda como un hotel

Hace poco me fijé en unas fotografías que un amigo había subido a sus redes sociales, donde aparecía con una enorme sonrisa mientras posaba junto a un vehículo que parecía una mezcla entre furgoneta y casa de muñecas en tamaño real. Me aseguró que se trataba de una de las caravanas knaus modelos y precios más populares del mercado, y me entró tal curiosidad que empecé a buscar información por todas partes. Me sorprendió descubrir la gran variedad que ofrece esta marca para aquellos que anhelan recorrer carreteras, bosques y montañas sin renunciar a la comodidad de un hogar bien equipado. Recuerdo los veranos de mi infancia, en los que acampaba con mis padres en una tienda que no siempre resistía la lluvia, y pensé que, con una caravana así, la experiencia de viaje podría elevarse a otro nivel.

La primera vez que tuve la oportunidad de subir a una de estas caravanas knaus modelos y precios me quedé pasmado al comprobar que, en un espacio relativamente compacto, tenían sala de estar, cocina, baño y hasta un rinconcito que se transformaba en dormitorio. Sin duda, todo estaba diseñado para aprovechar al máximo cada centímetro, con armarios encastrados en los lugares más insospechados y sistemas de plegado que convertían las camas en sofás, o las mesas en superficies multiuso. Quien no haya vivido la experiencia de pasar unos días en una caravana bien equipada podría pensar que se trata de una vivienda estrecha e incómoda, pero me di cuenta de que el diseño inteligente hace milagros para que uno no eche de menos un piso amplio.

Descubrí que, dentro de la gama knaus, hay modelos orientados a diferentes tipos de viajeros. Algunos son más ligeros y compactos, perfectos para parejas que desean moverse con agilidad por carreteras de montaña o estacionar en lugares menos convencionales. Otros se presentan como auténticas suites rodantes, con espacios más amplios y acabados de gran calidad, pensados para familias o para quienes quieren invitar a amigos a compartir la aventura. Me encantó la idea de poder llevar mis pertenencias a cuestas sin preocuparme por el clima, sabiendo que, si un día llovía a cántaros, contaba con un refugio cálido donde preparar una comida y ver la lluvia caer a través de las ventanas. A decir verdad, me tentaba más pasar la tarde en un escenario así que en casa, pues la libertad de moverse a voluntad se sumaba a la tranquilidad de saberse cubierto por un techo sólido.

Fue inevitable interesarme por los precios, así que me puse a investigar. En ese punto, me di cuenta de que la inversión puede variar bastante. Hay caravanas sencillas y asequibles que cuestan un poco más que un coche de segunda mano, y otras que compiten de tú a tú con un apartamento pequeño en la ciudad. Depende en gran medida de si uno busca lujo y acabados de primera, como duchas más amplias, calefacción autónoma y materiales de alta gama, o si se conforma con algo sencillo que cumpla la función principal de proveer un descanso y una cocina compacta. En mi caso, me imaginaba un modelo intermedio, lo bastante cómodo para sentir que estoy en un entorno agradable, pero sin necesidad de extras excesivamente sofisticados que encarezcan la factura final.

Lo mejor es la sensación de libertad que ofrecen. He hablado con entusiastas de las caravanas knaus que llevan meses viajando por Europa, deteniéndose en campings con vistas impresionantes o en pequeñas localidades donde disfrutan de la gastronomía local y la hospitalidad de sus habitantes. Para mí, fue revelador comprender que no es solo una forma de hospedaje, sino un estilo de vida que te impulsa a improvisar cada día, a quedarte un poco más si te enamoras de un paisaje o a cambiar de rumbo si te enteras de un evento interesante en el pueblo de al lado. Esa flexibilidad, tan difícil de obtener cuando uno reserva un hotel tradicional, se convierte en la seña de identidad de los aventureros sobre ruedas.

Un detalle que me llamó la atención es cómo la comunidad de caravanistas intercambia información y trucos para mejorar su experiencia. Escuché a alguien relatar que, cuando planeaba cruzar zonas frías, llevaba un conjunto de accesorios para aislar mejor las ventanas, mientras que otra persona presumía de haber logrado optimizar el espacio de almacenamiento con métodos caseros muy ingeniosos. Por eso, no me extraña que viajar en caravana se convierta en un vicio sano, en el que uno se engancha a la emoción de descubrir destinos nuevos sin perder la seguridad de contar con su rincón personal a escasos metros de distancia. Resulta especialmente valioso para quienes viajan con niños, porque pueden mantener rutinas de sueño, juegos y comidas con bastante normalidad, al tiempo que exploran entornos distintos cada pocos días.

Parece un sueño imaginarme recorriendo caminos costeros con mi pequeña casa rodante, deteniéndome en acantilados para ver el atardecer o en bosques para respirar aire puro lejos del bullicio urbano. Incluso cuando pienso en las tareas de mantenimiento, como vaciar los depósitos de agua o revisar la conexión eléctrica, me doy cuenta de que esas obligaciones resultan un precio pequeño que pagar a cambio de la sensación de independencia que proporciona.  

Aquellos que ya han dado el paso y poseen una Knaus cuentan anécdotas divertidas sobre cómo se sorprendieron ante la robustez del vehículo en carreteras menos transitadas o cómo se adaptaron fácilmente a espacios reducidos sin renunciar a la comodidad. Me gusta creer que, con un poco de orden y un enfoque creativo, uno puede vivir casi como en un hotel, pero con la ventaja de que, si un día decides que quieres ver las estrellas en un paraje distinto, solo has de arrancar y ponerte en marcha hacia tu siguiente destino.

3 formas de viajar alternativas a los hoteles

  1. Viajar en una autocaravana bambina segunda mano. Es la manera perfecta de viajar para quienes quieren el equilibrio perfecto entre la comodidad y la libertad. Con la autocaravana puedes moverte por las carreteras e ir a donde quieras sin problemas. A la hora de dormir, aparcas en zonas habilitadas o campings y disfrutas de un espacio propio, con tu cocina, tu baño y todas tus cosas. Ahorrarás mucho dinero respecto a los hoteles y no necesitas reservar con mucho tiempo antes ni estás atado a tener que quedarte en un lugar que no te guste solo porque tienes pagada la estancia.
  2. Las tiendas de campaña de toda la vida. Es la manera de viajar más económica y seguramente la más libre. Eso sí, en la mayor parte de nuestro país la acampada libre no está permitida más que en unos pocos lugares y con condiciones muy específicas por lo que hay que tener muy claro a dónde ir si se quiere acampar de esta manera. Si lo que se pretende es acudir a algún camping de los muchos que hay por nuestra geografía, entonces todo es más fácil porque se reserva una parcela y se monta la tienda.

Hay tiendas pequeñas y fáciles de montar para quienes solo van a de acampada ocasionalmente y pocos días y otras que parecen auténticos chalets, con habitaciones, cocina y hasta lugares habilitados para asearse o utilizarla algo similar a un baño.

  1. Los campings más glamurosos. Podemos decir que es una vía alternativa a la autocaravana y a la tienda de campaña que tiene sus parecidos con ambas. Estamos hablando de esas tiendas de carácter permanente que podemos encontrar en campings y que alquilan a quienes se quieren hospedar sin llevar su propia tienda, ni tener que montarla. Suelen tener dos plazas y una gran cama elevada con colchón, tan cómoda como la de cualquier establecimiento. En esto superan seguramente a las otras dos alternativas, pero tienen en su contra que la mayoría no cuentan con un baño, por lo que si eres de levantarte de noche, tendrás que ir a donde haya uno público y esto no es del gusto de todo el mundo. Los bungalows o los campings de más glamour si incluyen el baño privado, con lo que la experiencia es totalmente la misma que la de un hotel, pero con más libertad.

3 formas de hacerte con una caravana para tus vacaciones

Las caravanas son una de las opciones que más adeptos han sumado en los últimos tiempos para irse de vacaciones. Sus ventajas son muchas y se hicieron más visibles durante la pandemia, ya que permiten viajar sin tener que ir a hoteles o comer en restaurantes. Esto facilita la distancia social, pero también el poder optar por rutas menos turísticas, pero altamente interesantes en las cuales, tal vez, no haya tantos servicios pero sí mucho que disfrutar.

Si te preguntas cómo conseguir una autocaravana, las formas de hacerlo son similares a las de comprar cualquier vehículo normal:

  1. La compra de una autocaravana nueva. Es la opción que suelen preferir aquellos que ya tienen muy claro lo que quieren y que pretenden obtener un producto totalmente personalizado. Las autocaravanas permiten muchas personalizaciones según las necesidades de cada persona, desde la distribución interior hasta los acabados, así como decenas de accesorios para todo tipo de usos. Cuando se compra una autocaravana nueva puede elegirse todo el interior, siempre con un precio. Si se compra una caravana usada, también hay la opción de personalizarla, pero siempre partiendo de la base de lo previamente existente en el vehículo.
  2. La compra de una autocaravana de ocasión. Es una opción cada vez más habitual porque muchos de los que compran una autocaravana por primera vez acaban vendiéndola al poco tiempo por diversos motivos, desde que no se acostumbran a ella hasta que prefieren una con más prestaciones o más pequeña en función de los cambios que pueda haber en su familia. Las autocaravanas de ocasion con financiacion que ofrecen los vendedores profesionales son una buena manera de hacerse con uno de estos vehículos con todas las garantías y por una cuota mensual ajustada.
  3. El alquiler. Es la forma favorita para aquellos que todavía no tienen claro sí lo de la autocaravana es para ellos o si están hechos para hoteles de muchas estrellas. Pero también para quienes saben que aman esta forma de viajar, pero tienen tan pocas ocasiones de hacerlo que adquirir un vehículo y mantenerlo no les sale rentable. Alquilando la autocaravana eligen la que más les interesa en función de cuántos vayan a viajar en esa ocasión y, una vez de vuelta, ya no tienen que preocuparse por gastos o por tener un lugar para guardarla hasta las siguientes vacaciones.

Camper, el nuevo sueño de los más jóvenes

Si el sueño de los jóvenes de hace unos años era tener un coche para poder salir con los amigos, las nuevas generaciones tienen además otros intereses mucho más relacionados con la naturaleza y el medio ambiente.

Está de moda disfrutar de los parajes naturales que tenemos a lo largo y ancho de nuestra geografía, en especial en el norte, donde el turismo no está tan masificado y se pueden encontrar regiones prácticamente vírgenes. Para los amantes de lo natural, el nuevo sueño no es un coche para viajar, sino una camper. Así, se trazan rutas de camper galicia o de camper por Euskadi que son realmente fascinantes, por poner tan solo dos ejemplos.

Una de las ventajas de la camper es que es mucho más barata en relación con los precios de una autocaravana. Si bien es cierto que no tiene por qué tener tantos servicios, personalizar una furgoneta para poder dormir, llevar el equipaje y también una cocina portátil, permite viajar sin demasiado presupuesto y disfrutar de la libertad de aparcar prácticamente en cualquier lado.

Las camper personalizadas son perfectas para viajar en pareja, ya que permiten comodidad para dos personas, incluso en sus versiones más básicas. Y más cuando son dos personas jóvenes que no necesitan de tanto para poder disfrutar al máximo de sus vacaciones.

Existen dos maneras de conseguir la furgoneta camperizada, la primera de ellas es comprando una que ya venga con estos equipamientos de serie. Pero también existe la opción de comprar una furgoneta normal y adaptarla en su interior para que cumpla con el cometido de ser una camper, pero totalmente adaptada a lo que se necesita. Así, los amantes de las bicis la adaptarán con un porta bicicletas. Pero también se pueden dotar con espacios para otros materiales deportivos, como por ejemplo para transportar tablas de surf o para llevar material de montañismo.

Pero aunque aquí estamos hablando de las camper básicas o de las furgonetas customizadas como camper, también nos encontramos en el mercado con modelos que son auténtico lujo. Y que gozan de muchas comodidades hasta el punto de que tienen poco que envidiar a algunos modelos de autocaravana.

Tanto es así, que para algunas marcas ambos términos se han vuelto sinónimos y hablar de furgoneta camper o de autocaravana es todo uno, aunque en origen hayan sido dos conceptos diferentes.