3 formas de cocinar el pulpo que los clientes prefieren

-Pulpo con verduras al pil pil. Es un plato delicioso que además resulta sencillo de cocinar, sobre todo si se cuenta con un buen distribuidor de pulpo congelado para hosteleria. Y es que lo más importante es que el pulpo sea de calidad.

Se cuece el pulpo y se reserva troceándolo. Los jugos y la gelatina de cocerlo se usan para la salsa pil pil, añadiendo el aceite aromatizado con ajo y guindillas. Su elaboración es igual al pilpil del bacalao, pero usando los jugos del pulpo. Algunos cocineros le añaden un punto de pimentón porque el pulpo agradece mucho este condimento.

Se cuecen verduras variadas ya sean de temporada o congeladas y una vez listas y bien escurridas se pasan por la sartén con un toque de sal y pimienta. También preparamos un puré de patatas con un toque de mantequilla.

Para emplatar, colocamos el puré de patatas, las verduras y el pulpo separados y añadimos la salsa. Cada comensal podrá mezclar los ingredientes a su gusto.

-Pulpo a la gallega. Es la manera más tradicional de las tres propuestas de preparar el pulpo, pero sigue contando con muchísimos adeptos. Es realmente sencilla de preparar. Se cuece el pulpo y en la misma agua de cocer el pulpo se cuecen los cachelos, esto es, patatas sin pelar, bien lavadas y cortadas a la mitad.

Se sirven los cachelos con el pulpo cortado y se aliña todo con aceite de oliva virgen, sal y pimentón picante. Aunque en algunos lugares lo tradicional es que la sal sea gruesa, en muchos restaurantes utilizan sal fina porque resulta más agradable para los comensales. Dado que la cantidad de picante es algo muy personal, lo mejor es poner muy poca cantidad y dejar que cada persona aliñe a su gusto, colocando un bote en la mesa.

-Pulpo a la plancha. Es una de las maneras más saludables de tomar pulpo, ya que lleva muy poco aceite. Dado que el pulpo tiene muy pocas calorías, con esta forma de cocinarse es apto para prácticamente todas las dietas. El truco está en cortar las rodajas de pulpo sesgadas y no demasiado gruesas para que se haga bien por los dos lados.

Se puede acompañar de una ensalada y, si se desea, aliñar con unas gotas de aceite aromatizado con ajo y un toque de perejil.