Esta receta es muy sencilla y está llena de energía. Es ideal para tomarse algo rico antes de hacer ejercicio o por la mañana para afrontar la jornada laboral repletos de fuerza. Lo mejor es que no lleva azúcares añadidos, porque el dulzor nos lo va a proporcionar la fruta que lleva y la miel. Pero ojo, que no lleve azúcar añadido no quiere decir que no tenga azúcar, porque la fructosa de la fruta y el azúcar de la miel tienen que ser tenidos en cuenta, por ejemplo, para los diabéticos.
Ingredientes: 10 cucharadas soperas de harina de avena o de copos de avena molidos hasta crear la harina; 2 cucharadas soperas de tu miel favorita; 1 cucharada sopera de cacao en polvo desgrasado (opcional, puedes no darle gusto a chocolate); 2 huevos grandes; 2 plátanos maduros de tamaño normal (valen muy maduros, para aprovecharlos); 1 cucharada pequeña de levadura; 1 puñado de nueces peladas.
Elaboración: Pon el horno a precalentar a 180 grados. La preparación no puede ser más sencilla, pones todo en un cuenco y lo bates hasta conseguir que se integre. Puedes aplastar antes los plátanos, pero si están muy maduros seguro que no hará falta. Toma un molde para bizcocho y engrásalo de la manera que acostumbres y vierte en el interior la mezcla. Se hornea durante aproximadamente 35 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo este salga limpio.
Es conveniente hacerlo por la tarde para desayunar al día siguiente, ya que no se recomienda tomarlo caliente, pues puede resultar indigesto. Pero si se guarda bien, aguanta varios días para poder tomarse un trozo al desayuno o a la merienda.
Puedes realizar este mismo bizcocho pero combinando plátanos con dátiles o con uvas pasas. Y si quieres que el bizcocho no tenga miel, puedes sustituirla por edulcorante apto para hornear. La cantidad va a depender del tipo de edulcorante que quieras utilizar y de cómo te guste de dulce. Muchas personas ya encuentran la avena y el plátano suficientemente dulces y añaden la mitad de miel o solo un poco de edulcorante. Tendrás que encontrar el equilibrio para que tu receta sea adaptada a tu gusto personal. De igual manera, las nueces combinan muy bien con la avena, pero también se pueden usar pistachos o incluso almendras o combinar varios frutos secos.