Mi ansiedad

Recuerdo el día en que tomé la decisión de contactar con un centro de psicologia en Pontevedra. Era un lunes por la mañana y acababa de tener uno de mis habituales episodios en el trabajo. Sentía que estaba a punto de perder la cabeza, y mis compañeros empezaban a mirarme de forma extraña. Sabía que tenía que hacer algo antes de que fuera peor.

 

Decidí que tenía que buscar ayuda. Sabía que no podía seguir viviendo así, sintiendo que estaba constantemente al borde de un colapso. No quería ser una de esas personas que dejan que su salud mental empeore tanto que tienen que ser hospitalizadas. Así que me puse en contacto con un psicólogo y pedí una cita

 

Así que investigué en Internet y encontré un psicólogo que podía ayudarme con mi problema. Después de conseguir una cita, empecé a asistir a sus sesiones cada semana. Y, sinceramente, fue una de las mejores decisiones que he tomado.

 

El psicólogo me ayudó mucho a entender por qué tenía estos episodios de ansiedad, y me dieron algunas herramientas para lidiar con ellos. 

 

Lo mejor de todo es que en pocos meses empecé a sentirme mejor. Ya no tenía tantos episodios como antes y, cuando los tenía, eran más cortos y menos intensos.

 

Estaba muy contenta con los progresos que estaba haciendo, y sabía que, si seguía yendo a terapia, podría controlar mi ansiedad. Estaba agradecida de que el psicólogo me hubiera ayudado a llegar a ese punto, y sabía que le debía mucho.