Aunque todo el mundo esté deseando volver a su vida anterior, la realidad es que todavía costará tiempo. Incluso cuando la pandemia no sea más que un recuerdo, hay algunas costumbres que han cambiado. Lo sabemos bien los que tenemos un negocio hostelero. Buena parte de los clientes han cambiado sus hábitos, ya sea porque les han obligado a ello o porque se sienten más cómodos de otra manera. Y nosotros no nos queda más opción que adaptarnos a nuestros clientes.
Así ha sucedido con las terrazas, un complemento que se ha convertido en esencial para miles de negocios en España. Por suerte, las administraciones han sido bastante comprensivas con este tema y en muchos casos las terrazas nos han permitido mantenernos a flote unos meses. Es cierto que ha habido algo de desbarajuste y que no todos han quedado contentos, pero se trataba de una situación excepcional.
En nuestro caso tuvimos la suerte de que nuestra terraza ya tenía bastante éxito antes de que llegara el problema de la pandemia. Lo que hicimos después fue disponer separadores de terraza para hosteleria tal y como indicaba la normativa manteniendo la distancia de seguridad y siendo lo más estrictos posible con el resto de normas que hacían referencia a la ocupación de las mesas. Es cierto que, en determinados momentos, las leyes nos volvieron a todos un poco locos porque cambiaban cada dos por tres, pero hay que tener en cuenta que nos estábamos enfrentando a una situación desconocida.
Ahora que el problema ya parece que va remitiendo, las normas están volviendo a cambiar para tratar de que el asunto de las terrazas ya se normalice, por ejemplo, con los horarios que algunos lugares fueron un poco más permisivos ya que el cierre de los locales se adelantaba. Para nosotros, como digo, la terraza nos salvó la temporada, así que vamos a dejar muchas cosas como están, incluyendo los separadores de terraza para hostelería. Y confiando en que los clientes se acostumbren también a volver a los interiores de los locales porque, claro, las terrazas no son infinitas.