El renting no es solo para empresas

Cuando el renting llegó a nuestro país lo hizo como una alternativa para empresas. Estas podían tener los vehículos que necesitaban de una manera muy especial, ya que no eran propiedad de la empresa, sino que pagaban un alquiler por ellos. Este alquiler incluía todo: seguro, revisiones, averías… por lo que era un precio cerrado por esos vehículos. Además, cuando pasado el tiempo estos vehículos envejecían, podían sustituirse por otros más nuevos.

El proceso de envejecimiento dependía de la actividad. No era lo mismo un vehículo que se empleaba para reparto que uno de directivo que tenía que tener una imagen impecable. Mientras que el primero podía aprovecharse muchos años, el segundo debía de cambiarse con regularidad. Todo esto lo permitía el renting, ahorrando mucho dinero y muchas preocupaciones a las empresas. Sobre todo porque trabajaban con precios cerrados y no tenían que preocuparse de nada más.

Pero pronto, los concesionarios comenzaron a ver que entre muchos particulares existía un interés por los vehículos de renting. Los precios no se adaptaban a sus bolsillos, pero si el tipo de negocio, por lo que comenzaron a aparecer Ofertas Renting coches para Particulares.

En un principio, estas ofertas eran perfectas para quienes necesitaban un coche siempre a punto, como viajantes y personas que realizaban frecuentes desplazamientos, por ejemplo, los que vivían en lugares diferentes a los que trabajaban. Pero poco a poco se han ido abriendo a la mayor parte de la población.

Hoy, por un poco más de lo que cuesta la letra de un coche, se puede conseguir un vehículo de renting. Y la ventaja es que no hay que preocuparse de gastos extras, todo está incluído en ese pago, lo que contribuye a poder llevar la economía familiar de una manera mucho más controlada. Además, si el coche falla o simplemente no se adapta a lo que esperábamos de él, no estamos atados a un coche que, en los primeros años, ni podríamos vender porque no nos van a dar tan siquiera lo que todavía se debe por el mismo. Solo hay que cambiarlo y asunto arreglado.

Además, existen ofertas mixtas que te ofrecen la oportunidad de tener un vehículo en renting y, pasado un tiempo, adquirirlo en propiedad por un valor previamente pactado. De esta manera, cuando compramos el coche sabemos exactamente lo que estamos adquiriendo y si estamos contentos con el mismo.

Cuidado con la picaresca y los coches de ocasión

Seguro que habrás oído decenas de consejos sobre qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo de segunda mano, pero nunca está de más recordar algunas claves para que no te den gato por liebre. Y atención porque la picaresca no solo abunda entre vendedores particulares, también en algunos negocios de coches de ocasión, que luego son capaces de lavarse las manos una vez el coche está vendido y surge algún problema no previsto.

El truco más habitual para engañar al comprador es el kilometraje. Es cierto que actualmente es más complicado que antes no detectar este problema gracias a los cuentakilómetros digitales, pero si no lo tienes claro del todo, lo más adecuado es acudir a Tráfico y cerciorarnos de todos los datos oficiales acerca del coche.

Y es que cuando buscamos coches de segunda mano baratos, el precio puede ser un anzuelo difícil de sortear. El truco del kilometraje para vendernos un vehículo más viejo como aparentemente poco usado está cada vez más perseguido y es bastante habitual que de vez en cuando pillen alguna red que se dedica a estas estafas o algún particular más listillo de la cuenta.

Pero no solo trucan el cuentakilómetros, cualquier parte del vehículo puede ser manipulada para elevar el precio del mismo por encima de lo que realmente vale. Si no somos expertos en coches, lo adecuado es tratar de acudir a la cita con el vendedor acompañados de un amigo al que le gusten los coches, que todos tenemos uno, ¿verdad?

La inspección visual debe ser todo lo concienzuda que se pueda. No tengamos en reparo en pasar el tiempo que sea necesario revisando el motor y preguntar cualquier duda a la menor sospecha. El interior del vehículo es otra prueba clara para saber si estamos ante un coche cuidado o no. Pero ojo, porque las manipulaciones de kilometraje o motor a menudo llegan acompañados de un interior del vehículo en muy buen estado para facilitar el engaño.

En definitiva, si buscas coches de segunda mano baratos, el trabajo no termina hasta que han pasado unos meses después de haberlo comprado y te puedes cerciorar de que ha merecido la pena.

Un coche barato y seguro

Si estás buscando un coche a buen precio pero que te garantice seguridad en la carretera puedes optar con un vehículo de segunda mano de una marca que te ofrezca todas las garantías. Un citroen de segunda mano puede ser una excelente opción ya que estos vehículos tienen una excelente relación calidad/precio. Hablamos de una marca conocida, con un sólido prestigio y con muchos modelos que están más que comprobados en lo que se refiere a su calidad y a su buen resultado.

Esta marca dispone de vehículos para todas las necesidades, desde aquellos de pequeño tamaño pensados para la ciudad, como el C2 o el C3 hasta gamas medias mucho más versátiles que también valen para largos viajes, como el C4. En el mercado se pueden encontrar también modelos que aunque ya no se fabrican, como el Xsara Pisasso, todavía es posible encontrar en buen estado siendo una buena elección para aquellos que tienen niños pequeños.

Se trata de conseguir un coche que encaje perfectamente en nuestras necesidades y por eso, antes de ir a comprarlo, hay que tener claro para qué lo queremos. Si se trata de un segundo vehículo en casa cuyo uso va a ser para ir a trabajar y para pequeños desplazamientos ¿por qué comprar un motor demasiado potente que acabará consumiendo demasiado? Una opción más económica, con un consumo bajo y con menos caballos es mucho más inteligente aunque nos resulte menos atractiva.

Sin embargo, en el vehículo principal que se puede utilizar para algunos viajes y en el que normalmente puede viajar toda la familia e incluso llevar carga, no hay que regatear en este aspecto. Debe de ser un coche con buen motor y una potencia adecuada para no quedarse cortos.

Mucha gente asocia los caballos de un coche con la velocidad. Piensan que si se escoge uno con muchos caballos es porque se quiere correr en la carretera. Pero muchas personas lo que buscan es la potencia para mover un coche demasiado pesado, arranque en los cruces o, simplemente, que el vehículo se mueva bien tanto cuando solo va el conductor como si va a tope de pasajeros y equipaje.

Decide cuál es el tipo de coche que necesitas, qué presupuesto estás dispuesto a gastar en tu nuevo vehículo y acude a un taller de compra/venta de vehículos de confianza para buscar un modelo que encaje bien contigo.

Coches de segunda mano, ¿oportunidad o problemas?

Si estás barajando la posibilidad de que tu próximo vehículo sea de segunda mano quizás estés preocupado por los problemas que pueda acarrearte. Comprar un coche de segunda mano puede ser una manera de ahorrar dinero, pero si no se tienen en cuenta algunos factores podemos acabar gastando más de lo que realmente pensamos.
El primero punto a considerar es la manera en la que vamos a adquirir el coche. No es lo mismo comprar a un particular que hacerlo en una tienda de compra venta. Es cierto que al particular es más fácil regatearle y lograr que baje un poco el precio, pero a cambio también estaremos renunciando a muchas garantías.
Seguramente has escuchado eso de que las ventas de segunda mano tienen garantía, y es cierto, pero no tiene nada que ver con la que ofrece un establecimiento. Si algo va mal en el coche te tocará demostrar que este tenía el problema previamente a su compra, algo que te va a costar hacer.
Otro punto importante es la marca del vehículo. No es lo mismo comprar un bmw segunda mano barato, un coche de gama media alta o alta, que comprar un coche que ya nuevo es barato y no tiene una gran calidad. ¿Qué puedes esperar de un vehículo que ya nunca fue bueno cuando va usado? Sin embargo, una marca como BMW, famosa por su dureza, es garantía incluso con muchos miles de kilómetros en su haber.
Además, sabes que de este tipo de coches tienes garantizados recambios en caso de que hagan falta, algo que desde luego no vas a tener cuando hablamos de otro tipo de automóviles cuyas piezas se fabrican en países muy lejanos y que no se garantiza siquiera que puedan enviarlas en plazos razonables.
El último punto a tener en cuenta es para qué queremos el vehículo y cuánto tiempo pensamos tenerlo con nosotros. Si queremos un coche que nos ofrezca seguridad en la carretera, un buen servicio y que además nos ofrezca la posibilidad de volver a venderlo cuando ya queramos cambiarlo, debemos de ir a marcas de confianza.
La seguridad se paga y si se piensa viajar con el coche y recorrer muchos kilómetros es imprescindible que sea un automóvil seguro, que tenga garantías y que además sea fiable, para que no acabemos gastando en el servicio de grúas y en el taller más de lo que hemos ahorrado en la compra.